Fraude Científico

Un ejemplo de fraude científico que me llamo la atención es el de  los químicos Stanley Pons y Martin Fleischmann, quienes en 1989 anunciaron que habían conseguido producir una reacción de fusión fría a temperatura ambiente, cuyos resultados incluso se llegaron a publicar en la revista Nature.


No sólo la noticia en sí resultaba sorprendente, ya que la fusión nuclear es el proceso mediante el que se unen dos núcleos atómicos para formar otro núcleo más pesado, proceso que además libera una gran cantidad de energía, y que hasta donde sabemos sólo sucede de forma natural en el interior de las estrellas en unas condiciones extremas de presión y temperatura, sino que además Pons y Fleischmann aseguraban que el equipamiento necesario, era mínimo. 



En estas condiciones, de poder ser replicados esos resultados, la fusión fría podía haberse convertido en la solución barata y abundante a los problemas energéticos del mundo, ya que los dos aseguraban que su dispositivo llagaba a producir un 100% más de energía de la que necesitaba para funcionar.

Como sabemos, para que una hipótesis científica pueda ser considera válida, lo resultados deben ser reproducibles por cualquier otro científico que lleve a cabo los mismos experimentos utilizando los mismos métodos. Sin embargo, nadie en ningún sitio consiguió duplicar estos resultados, esto se debe a que realmente el experimento no había producido fusión fría ni de lejos.

Pronto fueron puestas a la luz diversas razones teóricas por las que su experimento no podía funcionar, al menos no por ahora y dentro de nuestros conocimientos actuales sobre física nuclear, se dieron a conocer diversos posibles orígenes de errores experimentales que podrían justificar la cantidad de energía extra que según ellos se producía, y finalmente se desveló que sus afirmaciones de que habían detectado neutrones y tritio, productos necesariamente resultantes del proceso de fusión que describían, no eran ciertas.


Hoy en día la investigación en fusión fría está hasta cierto punto abandonada, y de hecho muchos la consideran una ciencia patológica, que es aquella en la que se sigue investigando aún cuando la mayoría de los científicos que trabajan en el campo la consideran falsa.



En este caso las preguntas que se me vienen a la mente son: ¿Querían fama inventando esta mentira tan llamativa? o ¿Se debió a su ineficiente capacidad científica?, sea cual sea el caso, esto los desacredito como científicos.

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